Parece que siempre que pensamos en un psicólogo o en la psicología, los asociamos automáticamente con estar mal, tener problemas o algún tipo de trastorno.
Es cierto que nuestra disciplina se ha centrado más en aliviar el dolor y el estrés psicológico que en estudiar aquellos aspectos que nos hacen estar bien y no enfermar, pero sí… hay otra cara de la psicología, más desconocida para la mayoría de las personas y que nos habla de bienestar y salud.
Creemos que es muy importante que haya un espacio también en nuestro blog para esta otra cara, más preventiva y que engloba una serie de conceptos psicológicos agrupados bajo el nombre de psicología positiva. De nuevo e igual que con el cuerpo, es mejor prevenir que curar.
Hoy dedicamos el post a uno de estos conceptos:
FLUIR o las experiencias de FLUJO
Recuerdo que en la facultad nos hablaron en una ocasión de un experimento psicológico que se había hecho a nivel internacional sobre en qué momentos y bajo qué circunstancias, el ser humano experimentaba mayores dosis de felicidad.
La respuesta me impactó y me llevó a la lectura del libro escrito por el psicólogo investigador:
Mihaly Csikszentmihalyi, “Fluir , una psicología de la felicidad”
Para introducir este concepto, necesitamos primero un poquito de teoría, pero tranquilos… ya sabéis que nuestro objetivo último siempre es mostraros la aplicación práctica de todo lo que os mostramos.
Pues bien, Mihaly descubrió que los momentos en los que experimentamos mayor felicidad son aquellos en los que entramos en un estado que él llamó: de flujo.
A pesar de lo que podamos pensar, esto no ocurre cuando la persona cumple alguna expectativa o satisface alguna necesidad o deseo, sino cuando va más allá de lo que se había programado hacer y logra algo inesperado, tal vez algo que nunca había imaginado.
Veamos que ocurre en una situación de flujo:
- Estamos ante una actividad desafiante que: requiere habilidades, se dirige a alcanzar una meta y está regulada por normas que nos ofrecen pistas claras sobre si lo estamos haciendo bien.
- Toda nuestra atención está completamente capturada por la actividad, esto lleva a la pérdida de conciencia de uno mismo y del entorno.
- Las metas u objetivos están claros.
- Aparece un sentimiento no tanto de tener el control sino de que podemos ejercer ese control en situaciones difíciles.
- El tiempo se transforma, no transcurre de forma ordinariamente, el tiempo pasa más rápido.
- La experiencia produce sensaciones tan agradables que la persona desea realizarla por sí misma y acaba preocupándose poco por lo que va a obtener, incluso aunque la actividad que realice sea difícil o peligrosa.
La experiencia de flujo únicamente se crea cuando se produce un determinado equilibrio entre nuestras habilidades y el desafío, de forma que si el desafío es demasiado grande para nuestras habilidades entramos en un estado de ansiedad y por el contrario, si nuestras habilidades sobrepasan el desafío, entramos en estado de aburrimiento.
Como una imagen vale más que 1000 palabras, aquí tenéis un gráfico ilustrativo
- Los alpinistas entran en flujo cuando escalan
- Los compositores cuando crean música
- Los bailarines cuando bailan
Por lo que hemos dicho hasta ahora, puede parecer complicado entrar en estado de flujo. Está claro que la competición es un fantástico ejemplo en el que los desafíos están garantizados, pero no a todos nos gusta o podemos competir, bailar, o componer. Lo genial del tema es que en realidad, fluir está al alcance de todos… en nuestro día a día, sólo tenemos que retarnos:
“La región de Shushwap es considerada por los indios como un lugar rico: rico en salmón y caza, rico en alimentos del subsuelo como tubérculos y raíces; una tierra generosa. En cada región, la gente puede vivir en aldeas permanentes y explotar el entorno para conseguir los recursos que necesitan. Los indios han elaborado ciertas tecnologías para usar de forma efectiva los recursos del ambiente, y perciben sus vidas como algo bueno y pleno. Pero, los mayores dijeron que, en cierta época el mundo llegaría a ser demasiado predecible y el desafío desaparecería de sus vidas. Sin el desafío, la vida no tendría significado.
Por ello, los mayores, con su sabiduría, decidieron que la aldea entera debería trasladarse de lugar cada 25 o 30 años. La población se trasladaría a una zona distinta de Shushwap, se instalaría allí, y así encontrarían nuevos desafíos. Habría nuevos arroyos que conocer, nuevos rastros de caza que aprender, nuevas áreas donde abundarían las raíces comestibles. Así la vida recobraría su significado y valdría la pena seguir viviendo. Todos se sentirían rejuvenecer y más sanos.”
¿Sabrías identificar con qué actividades entras en flujo?, para saberlo puedes hacerte preguntas del tipo: ¿Tengo algún reto o desafío que me motive? ¿Haciendo qué pierdo la noción del tiempo?, ¿haciendo qué estoy tan concentrado que me olvido de todo?
Sabéis que nos gusta hacer aclaraciones… bien, esta es la de hoy:
Cuidado con caer en lo que llamaríamos “el falso fluir”. A veces se utiliza esta palabra para hablar de situaciones en la que hacemos lo que nos gusta y obtenemos placer (darnos un masaje, ir al cine, …) pero en estas actividades, no hay reto, ni desafío alguno, nuestras habilidades no entran en juego.
Dicho todo esto, aquí tenéis la herramienta de la semana:
Si quieres construir felicidad, de la que viene para quedarse por un tiempo, deja de centrarte en lo que no tienes en la vida y busca un desafío que te haga fluir.
You actually make it seem so easy along with your presentation however I to find this matter to be really something which I feel I might never understand. It seems too complicated and very extensive for me. I am looking ahead to your next post, I will attempt to get the cling of it!
Si! estoy de acuerdo en que no es sencillo. Muchas veces he dicho a los pacientes que si tan sencillo fuera ya lo hubiese conseguido él solo sin tener que venir a buscar ayuda… De todas maneras, dos ideas quizá te pueden servir. La primera es justo lo que te acabo de comentar, pasamos por épocas vitales en las que nos es complicado conseguir estos pequeños cambios nosotros solos; es el momento de pedir ayuda y confiar en un profesional; y además un buen consejo es pedirla cuanto antes, muchas veces con un pequeño empujón es suficiente. En segundo lugar, déjate llevar, sigue las indicaciones que te comentamos en el post para saber que es aquello que te hace fluir, no pretendas comprenderlo…confía y hazlo; podemos asegurarte que yodo lo que hagas en este sentido conseguirá que seas un poquito más feliz que si no lo haces!!!! Espero haberte aclarado un poco más y, siempre nos tienes aqui para seguir comentando!!!!
Gracias!
Y si el desafio está en lo que «tengo» y no quiero?
Mercedes,
Ahí va nuestra respuesta! En situaciones así tienes dos caminos a seguir:
1- Que el desafío sea libarte de esto que tienes y no quieres. Aprender a poner límites a los demás y a nosotros mismos,es una herramienta indispensable en estos casos.
2-Y si fuera imposible liberarte de lo que tienes y no quieres, debes aprender a convivir con ello. Releer el post de «cómo ir más allà del derecho a la pataleta» te puede ayudar a aceptar las cosas que no podemos cambiar. Y sobretodo empieza a buscar desafios en otros ámbitos!!!!!